Francisco Antonio Cano
Bogotá, Colombia. 1865.
Realizó estudios personalizados en Medellín y posteriormente en París gracias a una beca, que por su talento, le otorgó el gobierno. Fue fundador de la Escuela de Bellas Artes de Medellín, de la revista Lectura y Arte, edita la revista El Repertorio Ilustrado y ejerció como director y profesor en la Escuela de Bellas Artes sede Bogotá, además de su dirección en la Litografía Nacional. Un gran maestro reconocido por impregnar la identidad cultural del país en sus obras. Sus habilidades las aprendió principalmente de su padre y adicional asistió a varios cursos en Francia en la Academia Julian, además de recibir clases con Claude Monet. Su temprano interés por la pintura de paisajes, lo convirtió en el pionero del género en el país.
Cano fue un artista que dejó un gran legado al arte en Colombia, pues debido a su empeño se dio apertura a la academia como institución haciendo que la producción de imágenes fuese normalizada y considerada como parte de un quehacer artístico y no únicamente artesanal fundamentándose en cánones del dibujo, la teoría del color y la perspectiva. Además, sus esculturas fueron las primeras vistas en Medellín ya que antes de él ninguno había incursionado en este oficio como lenguaje que se pudiese compartir.
Entre sus obras bidimensionales más conocidas destacan Horizontes, Rafaél Núñez, Bodegón de rosas, Cristo del Perdón, Fuente del observatorio, retratos de Fidel Cano y Francisco Javier Cisneros, entre otros. Por parte de la escultura, podemos observar el Atanasio Girardot, La fuente de la Iglesia San José, Rafaél Núñez, La caída y Aquileo Parra. La primera escultura pública que realizó fue una fuente para la Iglesia de San José y la segunda fue un monumento en homenaje al prócer Atanasio Girardot ubicado en la plazuela de la Veracruz, con motivo del primer centenario de la independencia en Colombia.